22.6.10

TU


"Estas poniéndote muy pesada últimamente", esas fueron las palabras de mi madre ayer por la noche en la cocina, mientras a regañadientes preparaba las tazas para compartir una vez mas en familia, la once.

Creo que ella tiene razón, estoy bien pesada. Pero ella no sabe porque. Nadie lo sabe, dudo que alguien quiera saber, así como tampoco nadie quiere saber del compañero de clases, del amigo que desde ya hace 4 días no sabes nada, del transeúnte que pasa por el lado muy apurado. Y bueno, seguramente ese transeúnte tampoco se pregunta que es del guardia del metro que esta TAN malgenio, ni de la niña sentada junto a la ventana del lado izquierdo de su mismo vagón, a la que le caen unas lagrimas por las mejillas en armonía con su mirada tremendamente doliente y resignada. No. Ahora...ella quizás tampoco piensa en el abuelo que va de pie, que orgullosamente esta resistiendo su cansancio (en realidad resistiéndose al paso de su propio tiempo), ella piensa en la causa de su pesar, y es probable que el causante de aquel sufrimiento tampoco este pensando ahora en ella. ¡Anda tu a saber!

He ahí el motivo de mi incomprensible pesadez. El mundo agobia en su retiro. Puedes encontrarte caminando entre cientos de personas, ¡cientos! y aun así tendrías que afirmar que en ese instante, esas solo. Y no es necesario siquiera estar entre cientos, basta unos diez, aun más, diez cercanos, y puede que aun ahí, estés solo.

Me irita ver como la vida avanza, y pocos o nadie hacen absolutamente nada! nada! nada!
Lo que es la escala de prioridades del ser humano. Ahora El junto a Dios que lo habita, va bajando de posición, silenciosamente, sin hacer mucho escándalo, ese paso se alimenta de pequeñas cosas para seguir adelante en su retirada. Entonces si observamos detenidamente, nos damos cuenta de la cruda realidad. El mundo se ha vuelto un lugar solitario, exitista, materialista, individualista y desvinculado, frio y hostil.
Ya nadie da hogar a otros, cada uno es poseedor de una gran burbuja, un mundito donde todo se ordena así: primero yo, segundo yo, tercero yo, cuarto...YO!
Todo gira en virtud del éxito personal, de cuanto estudio, cuanto gano, cuanto trabajo...pues YO quiero tal cosa, YO planeo esta otra, YO tengo una prueba, YO tengo tal o cual entrega, YO estoy muy cansada, YO estoy muy agobiada, YO quiero ser la mejor, YO quiero una casa grande, YO puedo, YO tengo, YO quiero…y bueno, ¿que quieres tu? esa pregunta sale a la luz en la medida en que mi tiempo me permita formularla...no preguntare aquello si estoy en mi semana de colapso universitario, como se te ocurre! ahí la pregunta es otra...”¿me puedes llamar mas tarde¿”...”¿puede ser en cuatro días mas?" porfa, que ahora necesito estudiar. OK.
¡Como nadie ve que nos estamos perdiendo! ¡No me quiero perder! pero pronto ya nadie me querrá buscar, ni a mi, ni a otros. Cada cual camina por las calles, y debe de sentirse tan ajeno a ese espacio… lógico, si ninguno de los demás brinda hogar. Como es que a nadie le importa lo que le sucede al de al lado, no lo logro comprender, como nadie se inquieta por los pesares ajenos, ni siquiera piensan que existen, y hasta ellos mismo van quedando rezagados en verdad, pues mientras mas converjo en mi mismo, mas me anulo. Es todo tan express, que muy luego perdemos toda profundidad,

Podríamos querer un mundo de grandes sentimientos, en donde el hombre este en la cúspide de todo, pero no el hombre como una copia mas de tantos otros que viven en pos del yo y del mas, no, un mundo en donde gobierne el hombre orgánico, ese del corazón cálido por sobre todas las cosas, el de la voluntad firme y la inteligencia clara. Sí !! Imaginemos vivir en un lugar donde la prioridad seas tu, no yo, donde nos podamos abandonar por el otro, y que otros puedan abandonarse por otros mas, y todos funcionemos en virtud de la felicidad, del bienestar, del crecimiento y la educación de quien esta a mi lado, y no tanto de quien ocupa mis zapatos.

Queramos un mundo de vínculos, un mundo que por fin entienda que somos pequeños, que no importa al fin y al cabo las grandes cosas que hacemos, ni los majestuosos meritos obtenidos, cuantos 7 me saque, cuanto dinero gane, el tamaño de mi casa (si importa el del hogar) o cuan brillante soy con mis superplanteamientos, si finalmente en cualquier segundo viene Dios y nos muestra lo frágiles que somos en sus manos, que en un día todo lo que hayamos construido puede cambiar de manera radical, y en ese instante ya no importara ni mi éxito, ni lo que se, ni lo que tengo, solo quedara lo que en otros corazones logre construir, y cuanto pude regalar, los momentos que compartí, a cuantos pude hacer feliz, las veces que me pude preocupar por ti y así darte el momento mas dichoso.
Entonces solo ahí veremos que cada día fue un regalo de Dios, que bien por quien mirara hacia atrás y podrá decir con seguridad que supo acoger todos los regalos de Dios en su vida, pero que pena por quien mire y vea que perdió todo su pasado en trabajar para si mismo, y que en si mismo, ya nada podrá perdurar ni dar frutos, en si mismo todo muere y pierde sentido, y entonces vera que su existencia, careció de sentido, que todo lo original que Dios puso en el se pudrió por su egoísmo e individualismo, y que perdió incontables oportunidades de ser feliz, pues si, solo entonces vera que no fue feliz.

¿Por que al hombre le cuesta tanto comprender que la vida es más que lo que ofrece el mundo?, que la vida es lo que nos regala Dios por medio de las personas, que estamos para los demás, que el corazón se hizo para amar, no solo para sentir!
Quizás es eso…¿el hombre le teme a amar? o no quiere amar, o esta esperando a tener tiempo para amar.
...Esperando a tener tiempo, JÁ!
Pues no llegara un instante mágico en que nos dirán..."¡¡¡ya!!! ahora te doy una pausa para que ames a otros...te libero de tus estudios, compromisos laborales y responsabilidades!!!"...jajaj, no...., hay que aprender a hacer convivir el amor con el deber, así como la tierra y el cielo, y no perder ni un minuto mas esperando por miedos, dudas o tiempo...cada instante esta hecho para que queramos con todas nuestras fuerzas, y cada segundo en que no notas eso, es un segundo mas que te dejas morir...en un segundo tu vida puede cambiar, pero todos podemos optar.
No quiero ser pesimista, ¡no! por el contrario...soy optimista al pensar que todo esto puede variar. En la medida en que seamos valientes y vayamos en contar de la corriente… ¡en que nos decidamos!

Hoy me decido por correr en contra, por ti, no por mí, por amar, por ¡existir y prevalecer!
Finalmente, ahí radica mi sentido, es que sino…

¡¡¡ ¿Para que vinimos a este mundo?!!!
Said and done by Ita When the sun said that it was the 10:37 |  

0 Navigators eager to speak loud:

Subscribe to: Post Comments (Atom)